3/2/07

Domingo Díaz

Ha mantenido siempre una reflexión sobre el espacio y los signos utilizando para ello la metáfora, el símbolo y la alegoría.

Posee una habilidad para generar climas visuales impactantes que conducen al espectador directamente hacia la obra y hacia sus propias percepciones y experiencias. Como en la charca con enormes insectos en los jardines de La Palmita o en esas rasgaduras que abrían las paredes en busca de otros limites.
Las paredes han sido uno de sus soportes predilectos en su producción artística. Mucha de su obra, está soportada en el espacio físico de la arquitectura.
“DESBORDAMIENTO”, la pieza desbordamiento concretamente fluye desde los bordes superiores del edificio simbolizando lo más elevado de la conciencia, desde donde el ser humano vierte sus más altas pasiones.
En cuanto a la vía representativa, igual que en Espacios Fluidos, nos invita a integrarnos en los laberintos del significado imaginando supuestas emanaciones de fluidos como la sangre, el sudor, el semen etc., donde la metáfora orgánica está servida.
En tanto pieza re-creativa, busca la gratificación de la mirada con elegantes acabados de factura impecable, de quien imagina el acabado como obligada reflexión.
Contemporánea, más allá del hecho estético
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