2/2/08

Santiago Palenzuela

"Daba vueltas en la habitación como un perro encerrado, hasta que un día todo ocupaba su lugar. No hacía falta ni más ni menos. Un cuadro era ahora el cuadro y estaba contento”(fragmento de un texto de Ángel Padrón con el tátulo “HOY NO HAY ABSOLUTAMENTE NADIE CON QUIEN HABLAR. Catorce escalones hasta llegar a la puerta”).