31/1/08

Taller de la incertidumbre


En 1994 se creó en Lanzarote el Taller de la incertidumbre. La incertidumbre podría definirse como la ausencia de certezas en nuestra vida, como una sensación de desconcierto e inseguridad. La incertidumbre podría representarse con la imagen de una casa que flota en alta mar.
Desde su creación, el Taller se ha encaminado a pensar las Islas Canarias como un lugar experimental de investigaciones espaciales, contextuales y temporales. En el Taller se crean, diseñan y producen proyectos que reflexionan sobre los momentos inciertos y complejos en los que vivimos. Algunas de las ideas que conducen los trabajos quedan perfectamente reflejadas en este comentario que el profesor de Sociología Roche Cárcel nos ofrece en su libro Espacios y tiempos inciertos de la cultura.


La primera idea sería: El tiempo es la base de la incertidumbre, en la medida en que teje la evolución de todo el universo, de la historia y de nuestra vida y en la medida en que ha transfigurado o devorado el espacio. La segunda idea se refiere a la ambivalencia de la incertidumbre, puesto que ésta es, al mismo tiempo, positiva y negativa, real e imaginaría, liberalizadora y dogmatizadora.
La tercera y ultima idea tiene que ver con que, en un tiempo tan relativo y escéptico como el nuestro, la única certidumbre inefable y absoluta nos parece que es el que el tiempo se nos acaba, porque la civilización, el trabajo, el petróleo, los alimentos, los recursos naturales y el mismo planeta son ya bienes escasos y parecen hallarse en su etapa Terminal. Y, si esto es así, si el tiempo es la muerte, entonces podríamos decir que la incertidumbre es la vida.

En el Taller trabajamos desde disciplinas artísticas diversas y conocimientos derivados de las ciencias sociales como la historia, la filosofía, la sociología, la antropología, la psicología o el cine. La fragmentación está muy presente en todos los proyectos, compuestos en su mayoría por ideas independientes e interdisciplinares que cobran sentido en el conjunto. En 1997 el Taller presentó su primer proyecto, Arquitectura Terminal. Queríamos ofrecer una mirada nueva y desapasionada del presente transitorio y contingente en el que vive la isla de Lanzarote y alejarnos del cansado estereotipo de isla paradisíaca, sueño y retiro de turistas.