3/2/07

Respuestas PSJM

1. ¿Por qué os interesa trabajar en el espacio público y fuera de los espacios expositivos habituales? Y, en concreto, ¿qué ofrece la calle a vuestra forma de trabajar?
Un número importante de nuestros proyectos se desarrollan en el espacio público, comprendiendo también por público el espacio de los medios de comunicación. La publicidad, entendido este término en el sentido que le da Habermas, es decir, no sólo como reclamo comercial sino como todo lo que se difunde públicamente, constituye un pilar fundamental para el desarrollo de las sociedades democráticas. En el terreno de la publicidad se libran muchas batallas y el arte, creemos, debe estar en ellas. Hemos tenido una experiencia reciente bastante clarificadora respecto esta preocupaciones, en las navidades de 2005 intervinimos en la Plaza mayor de Gijón con la obra "Proyecto Asia", muy crítica con las marcas deportivas que fabrican en ese continente; pues bien, la pieza en el espacio público fue retirada bajo las presiones de Adidas, meses más tarde expusimos ese mismo proyecto en la Sala Rekalde de Bilbao y allí no hubo ningún tipo de reacción por parte de la multinacional. No hay duda de que el campo de batalla está en la calle.

2. ¿Hasta qué punto tiene importancia para vosotros el contexto en que trabajáis, tanto el lugar determinado como el tejido social donde presentáis o lleváis a cabo vuestra obra?
Desde que el señor Duchamp colocó un objeto producido industrialmente fuera de su contexto, generando así un nuevo significado, el arte contemporáneo se entiende en relación al contexto. Nosotros hemos trabajado críticamente sobre este presupuesto que la teoría institucional de George Dickie explica perfectamente. Dickie a partir de esta crisis del arte moderno, e inspirado por reflexiones previas de Arthur Danto, propone que para que un objeto sea considerado una obra de arte únicamente debe existir un consenso entre todos los agentes que actúan en un determinado mundo del arte. Ciertamente nos parece la definición más acertada a acerca de este tema, ya que se refiere no tanto al contexto físico como a su institucionalización por medio de su publicitación. Tendríamos que decir por tanto que el contexto lo es todo para el significado de la obra de arte actual, un proyecto funciona de formas muy diferentes si se coloca en el espacio público o en una sala, si se expone en Cuba puede acarrear connotaciones bien distintas a si se muestra en un país capitalista y, por supuesto, también el contexto histórico es determinante; las interpretaciones siempre están sujetas a condicionantes políticos, sociales, económicos y culturales.

3. Desde vuestro punto de vista ¿cuáles son los cambios fundamentales que se producen en cuanto al receptor de vuestra obra? ¿os preocupa integrar las problemas y situaciones de la gente, hacerles protagonistas o partícipes de los temas que abordáis?
Para nosotros es primordial que nuestras propuestas no se queden exclusivamente en el terreno de la elite cultural; en la base de nuestro trabajo subyace el empeño de ampliar el discurso a un público más amplio, nos afanamos en crear obras con dos niveles de lectura intentando hermanar experimentación y comunicación. A esta difícil empresa la llamamos "el dilema de Maiakovski", ya que este tema le quitaba el sueño al poeta ruso. Para conseguir esto nos servimos de los medios y estrategias de la cultura de masas; el público medio comprende este lenguaje a la perfección y nos brinda un campo con el que poder experimentar generando significados distintos.